Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2MB | 98 PÁGINAS | Idioma:Spanish | Categoría: Sermones
Información
ahora muy bien consolidado. Yendo de un
lugar a otro durante el
verano de 1865, Spurgeon recibió mucho aliento por el
interés que despertaba el Colegio. Contaba ya con
más de mil patrocinadores. El entonces
editor de Mundo Cristiano había logrado recoger 160 libras esterlinas de los lectores de su
periódico para la
obra del Colegio. Spurgeon le regaló una copia de los
primero diez volúmenes de sus sermones impresos.
La clase de Biblia para jovencitas que tenía lugar los domingos por la tarde también se había consolidado. Había comenzado en el año de 1859 con tres miembros, y ahora, en el año de 1865 contaba ya con más de 700 miembros. Las conversiones eran frecuentes y quienes se convertían procedían de todos los estratos
sociales.
Durante este año,
dos asesinos infames fueron presentados ante los tribunales de justicia en Inglaterra. El
doctor Pritchard envenenó a su esposa y a su suegra, y Constance Kent asesinó a su hermanito de cuatro años de edad. C. H. Spurgeon predicó un poderoso sermón acerca de estos juicios (Sermón No. 641 del volumen de 1865).
Otros notables sermones predicados este año son: No. 607, "La Verdadera Unidad Promovida," que tiene mucha vigencia en nuestros días de ecumenismo espúreo. No. 653, "Un Discurso para una Época de Avivamiento," otra necesidad perentoria para las iglesias de este siglo, tan
poco espirituales.
En el mes de Mayo de este año, y después de once años de
servicio en Londres, Spurgeon tuvo que informarle a su congregación que abandonaría Inglaterra para cambiar de
escenario, con el objeto de
tener un período de
descanso y de recuperación. Estaba exhausto por
todo el
trabajo que asumía. Hizo una gira por el continente europeo durante la cual no predicó.
Después de estar ausente durante ocho
semanas, Spurgeon retomó su responsabilidad en el Tabernáculo Metropolitano y participó en las
reuniones de la Unión Bautista en Bradford y en la reorganización de la Asociación Bautista de Londres. Las reuniones tuvieron lugar en el propio Tabernáculo Metropolitano.
INDICE
La Encarnación y el Nacimiento de Cristo
Vete a Casa: Un Sermón de Navidad
El Primer Villancico de Navidad
Una Pregunta de Navidad
Los Dos Advenimientos de Cristo
“Dios con Nosotros”
El Gozo Nacido en Belén
Jesús, el Rey de la Verdad
El Verdadero Evangelio No Es Un Evangelio EncubiertoEsta es la
estación del año cuando, querámoslo o no, estamos obligados a pensar en el
nacimiento de Cristo. Considero que es una de las cosas más absurdas bajo el cielo pensar que hay religión cuando se guarda el día de Navidad. No hay ninguna probabilidad que nuestro Salvador Jesucristo haya nacido en ese día, y su observancia es puramente de origen papal; sin duda quienes son católicos tienen el
derecho de reverenciarlo, pero no puedo entender cómo los protestantes consistentes pueden considerarlo de alguna manera sagrado. Sin embargo, yo desearía que hubiese diez o doce días de Navidad al año; porque hay suficiente trabajo en el mundo y un poco más de descanso no le haría daño a la
gente que trabaja.
El día de Navidad es realmente una bendición para
nosotros; particularmente porque nos congrega alrededor de la chimenea de nuestra
casa y nos reunimos una vez más con nuestros
amigos.
Sin embargo, aunque no seguimos los pasos de otras
personas, no veo ningún daño en que pensemos en la encarnación y el nacimiento del Señor Jesús. No queremos ser
clasificados con aquellos que:
“Ponen más cuidado en guardar el día de fiesta
De manera incorrecta,
Que el cuidado que otros ponen
Para guardarlo de manera correcta.”
Los
antiguos puritanos hacían ostentación de trabajo el día de Navidad, sólo para
mostrar que protestaban contra la observancia de ese día. Pero nosotros creemos que protestaban tan radicalmente, que deseamos, como descendientes suyos, aprovechar el bien accidentalmente conferido por ese día, y
dejar que los supersticiosos sigan con sus supersticiones.
Procedo de inmediato al punto que tengo que comentarles. Vemos, en primer lugar, quién fue el que envió a Cristo. Dios el Padre habla aquí, y dice: “de ti me saldrá el que será Señor en Israel.” En segundo lugar, ¿dónde vino al momento de Su encarnación? En tercer lugar, ¿para qué vino? “Para ser Señor en Israel.” En cuarto lugar, ¿había venido ya antes? Sí, ya lo había hecho antes. “Sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”
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